En Montería, Colombia, tuvimos el privilegio de acompañar a la organización Compasión en una experiencia inolvidable de servicio y aprendizaje. Visitamos comunidades, iglesias y lugares remotos donde cada sonrisa y cada historia nos recordaron el verdadero sentido de ayudar.

Fue un encuentro con la esperanza, donde pudimos servir a quienes más lo necesitan y confirmar que el amor en acción tiene el poder de transformar vidas.

Fue un encuentro con la esperanza, donde pudimos servir a quienes más lo necesitan y confirmar que el amor en acción tiene el poder de transformar vidas.

Gracias a Compasión, a Samuel y a todo el equipo por abrirnos las puertas a esta misión. Nos vamos con el corazón lleno y el compromiso renovado de seguir sirviendo.

“Conocer, servir y amar — tres palabras que resumen una jornada que no solo cambia realidades, sino también el alma.”